No importa el nivel casual o elegante que haya que demostrar
Desgraciadamente, es fácil desviarse del camino y debilitarse. A menudo, se recurre a la patraña para salvar el pellejo, Pedro negó tres veces conocer a Jesús por temor a ser apresado, o bien para hacerse apreciar (Judas deseó ser más listo que Jesús y acordó con el Sanedrín. Sigue leyendo