Unas venas que hacen lo imposible para no dejar salir la sangre hasta el momento en que ocurra el orgasmo
Anal es todo mental para mí. A decir verdad, casi no siento nada cuando soy follada. Lo que me estimula es la idea de tocar a alguien, aceptar un papel sumiso a un Top violento o dominante. Abandonar al control. Sigue leyendo
