Ambos afloran en mi mirada y en mi sonrisa
Mi relación con Thomas fue estrechándose y, desde un comienzo, aprecié que le agradaba. Una noche me invitó a cenar y acepté encantada. Deseaba pasar unas horas con aquel hombre que me resultaba tan complejo. A lo largo de la cita, me explicó lo que le gustaba. Sigue leyendo